La disposición de la opsición es abierta y generosa. El gran pacto de la educación parece acercarse.
El Ministro Gabilondo se muestra dispuesto a templar gaitas y apuntarse el tanto del pacto por la educación. Uno ya no sabe si vivir es soñar cada día una dosis prudente de optimismo o si a pesar de todo merece la pena cerrar los ojos y gritar hacia adentro con firmeza esperanzada ¡no será cierto de una vez!
Y en llegando a esta sazón... se nos hace que el gravísimo problema de la religión no debería serlo, que la Educación para la Ciudadanía ya no parece una sima infranqueable, que el conflicto de la nueva formación profesional parece dibujar un horizonte definido, que la atención a la diversidad, que los problemas de integración, que la vieja y lacerante pobreza de medios, que la selección del profesorado, que los barracones, que la falta de asistencia, que la violencia y la ediación, que el conflicto publicos y concertados...
Uno ya nos abe si soñar es vivir un poco cada viernes como quien abre los ojos a la luz de la mañana.
El Ministro Gabilondo se muestra dispuesto a templar gaitas y apuntarse el tanto del pacto por la educación. Uno ya no sabe si vivir es soñar cada día una dosis prudente de optimismo o si a pesar de todo merece la pena cerrar los ojos y gritar hacia adentro con firmeza esperanzada ¡no será cierto de una vez!
Y en llegando a esta sazón... se nos hace que el gravísimo problema de la religión no debería serlo, que la Educación para la Ciudadanía ya no parece una sima infranqueable, que el conflicto de la nueva formación profesional parece dibujar un horizonte definido, que la atención a la diversidad, que los problemas de integración, que la vieja y lacerante pobreza de medios, que la selección del profesorado, que los barracones, que la falta de asistencia, que la violencia y la ediación, que el conflicto publicos y concertados...
Uno ya nos abe si soñar es vivir un poco cada viernes como quien abre los ojos a la luz de la mañana.
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