domingo, 1 de febrero de 2009

Una clase de inglés práctico




O una clase práctica de Inglés...



que vendría a ser casi lo mismo. Dicen las malas lenguas, y así podemos leerlo en los papeles, que el último invento del forense se llama "una clase de inglés práctico, optativa" en primero de Bachillerato, para arreglar la maltrecha enseñanza de la Comunidad.


¿No existe nadie en el entorno del President que sea capaz de decirle que este Conseller anda un poco errático y perdido? ¿Nadie que le haga ver la necesidad urgente de que nos libere de una vez de sus extrañas ideas (o de las ideas de su desenfocado entorno, que viene a ser lo mismo) y de que se libre, por fin, él mismo y todo su gobierno de ese peso muerto (nunca mejor dicho), fuente de constantes pesadillas?


Esta mañana podíamos leer en la prensa que al comenzar el próximo curso una buena parte de los alumnos de sexto de primaria no podrán acudir a un instituto para iniciar su Enseñanza Secuandaria, porque no se han construido todas las plazas escolares necesarias en los institutos. Eso sí es un problema, señor Conseller F de M. Pero al mismo tiempo, en el mismo diario, se colaba la noticia de que la Consellería ha presentado a los sindicatos su nuevo invento: las clases de inglés práctico, que no creo que resulten gratis. Capaces son de decir -los del sindicato, digo-, que qué bonito invento.


¿Es malo ofertar en Primero de Bachilelrato un "inglés práctico" como asignatura optativa? Pues, evidentemente no; creo que hasta puede resultar una idea muy moderna y puesta en razón.


¿Pero cuál sería la novedad de esta asignatura? La verdad, no se me lacanza; tal vez sea que el inglés que se viene estudiando desde la primaria sea solo "inglés teórico", o tal vez, que al tener que cambiar el paso en la cuestión de la E para la C, no sepa como compensar a los profesores prácticos, traducción simultanea, de inglés; o tal vez sea porque haya descubierto, repentinamente, que la mejor manera de aprender una lengua es hablarla, es decir, es practicarla, y da por supuesto que en las clases "teóricas" no se practica y no se habla, razón por la que se le antoja imprescindible añadir, a modo de optatividad, este complemento bien pensado, que a buen seguro, garantizará que el alumando acabe hablando en la práctica el inglés, objetivo moderno y que con tante empeño y contundencia ha publicitado el Gobierno Valenciano por boca de su conseller F de M y hasta del mismísimo President en persona.


Sea como fuere, si de lo que se trata es de "fomentar y mejorar el nivel de uso comunicativo del inglés" sería suficiente con que dejase a los profesores de inglés hacer bien su trabajo y les animase a seguir haciéndolo con empeño y libertad; que se asegurarse de que se producen con eficacia y rapidez las sutituciones por baja, corta o larga, del profesarado de idiomas y , ya de paso, de todas las asignaturas; de que vigile y ponga toda su diligencia para que no haya clases sin dotar de profesorado en todo su territorio. Estas sí serían actuaciones positivas, directas plausibles... aunque pudieran paraecer menos vistosas o vendibles.

La demagogia en educación suele tener un alto coste. Las grandes afirmaciones, las grandes palabras, las rotundas aseveraciones de atril y rueda de prensa no enseñan, todo lo más, desconciertan, irritan y provocan. Vender humo con grandes palabras es el mayor y el peor de los fraudes que se pueden cometer contra la Educación.


¿Qué es eso de las clases optativas de inglés práctico? ¿Acaso son clases de "inglés teórico" las que dan sus profesores como obligatorias? ¿Qué sabe usted, señor Conseller, de cómo se aprende/enseña una L2?


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